El antiguo alumno Adrián Lanaspa crea FAV Arquitectos, un estudio especializado en arquitectura para el ámbito sanitario asistencial
Adrián Lanaspa, egresado de Arquitectura de la promoción 2022-2023, creó FAV Arquitectos con dos compañeros de profesión: Francisco Viñarás y Vicente Pérez. Con una amplia experiencia a sus espaldas, apuestan por estar a la vanguardia de las tecnologías – siendo asociados BREEAM, expertos BIM y ostentan la certificación Passivhaus DESIGNER Y TRADEPERSON - y están especializados en una arquitectura dirigida al ámbito sanitario y asistencial destacando en otras ramas como el residencial y oficinas.
Entraron en este nicho tan concreto a raíz de una obra que realizaron en 2018 Adrián y Vicente junto con Francisco en la que crearon una residencia para personas mayores en Huesca. “Entonces decidimos presentarnos a concursos públicos, ya que habíamos adquirido solvencia en el área sanitaria asistencial”, recuerda Adrián.
Y en 2021 ganaron el concurso para realizar el proyecto más grande en el que han trabajado hasta ahora: el complejo asistencial para personas mayores de Valdefierro (Zaragoza), promovido por el Gobierno de Aragón, que cuenta con una superficie de 46.700 m2, e incluye tanto viviendas asistidas con servicios a domicilio como una residencia para personas dependientes y un centro de día.
Residencia para Personas Mayores en Huesca.Complejo asistencial para personas mayores en Valdefierro.En la actualidad, realizan proyectos privados, como obras residenciales o edificios de viviendas en Valencia, Toledo y Zaragoza, y también cuentan con concursos públicos en Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, etc. En Zaragoza, han sido los encargados de realizar el Residencial Pirineos, un proyecto pionero que contempla 336 alojamientos para jóvenes para la ayuda a la primera emancipación.
En Extremadura hicieron uno de los proyectos que más les ha marcado por cómo les cambió la manera de entender la sociedad. Se trató de la construcción de dos centros asistenciales hospitalarios. “Supuso dar una vuelta más, porque ya no solo hablábamos de arquitectura, sino de una forma de entender la vejez de las personas”, reflexiona Adrián.
El arquitecto explica que en Extremadura apuestan “por la inserción en la vida normal de una persona adulta cuando sufre un ingreso hospitalario”. Por ejemplo, cuando una persona mayor recibe el alta tras romperse la cadera, puede suceder, o que al volver a su casa no pueda hacer nada, o que esté ocupando una cama de un hospital cuando, realmente, en el hospital ya han hecho su trabajo.
Entonces, como fase de adaptación, crean unidades de intervención comarcales, que son como centros hospitalarios por donde pasan los pacientes mayores antes de ir a casa, que se complementan con unidades de hospitalización. “A parte de ser beneficioso para las personas mayores, porque les permite una reintegración en la vida que tenían antes de sufrir lo que hayan padecido, también permite descentralizar el sistema de gestión del hospital para que allí puedan cubrir otro tipo de necesidades más urgentes”, argumenta Adrián.
Este proyecto, les exigió “un cambio de mentalidad” que les hizo “pensar, reflexionar” y darse cuenta de que existen “otras formas de mejorar la sociedad, tanto personal como económicamente”.
Residencial Pirineos.Centro hospitalario-geriátrico en Herrera del Duque.Actualmente, en el estudio, trabaja una alumna de último curso de Arquitectura de la USJ, que realizó sus prácticas con ellos y presenta su Proyecto Fin de Grado en septiembre. Adrián explica que a alguien que va a acabar el grado le diría lo mismo que a esta estudiante: “que tenga voluntad de aprender y de querer saber” porque, según su opinión, “con la formación de base y la inquietud o interés de cada uno, puedes desarrollarte perfectamente en un estudio de arquitectura”.
Y es que la experiencia y el bagaje de Adrián dan muestra de su inquietud y ganas por seguir aprendiendo y le otorgan credibilidad para dar estos consejos. Él empezó en el mundo de la construcción muy joven, siendo peón de obra durante los veranos y en Semana Santa.
Cuando llegó el momento de realizar los exámenes de acceso a la universidad, una conversación con su abuelo le hizo reflexionar. “Él, que me conocía un poco, me dijo <<Si no sabes si te va a llegar la gasolina hasta Madrid, para en Guadalajara a repostar>>. Le hice caso y, en lugar de estudiar para ser aparejador, hice el Técnico Superior en Proyectos de Edificación y Obra Civil, lo que se conoce como delineante”, recuerda Adrián.
Después, junto con tres compañeros, estudió Arquitectura Técnica en la Universidad Politécnica de Valencia, mientras realizaba trabajos de delineante aprovechando el momento boyante que vivía el sector.
“Entonces ya había parado en un par de gasolineras y en el 2016 empecé Arquitectura en la Universidad San Jorge. Recuerdo que eran casi como clases particulares de arquitectura porque estábamos en un ambiente que te permitía una flexibilidad y una cercanía que en otros sitios no eran posibles”, rememora Adrián.
Así, esta carrera de fondo en el área de la arquitectura le ha llevado a formar FAV Arquitectos, un estudio cuyos valores están basados en la responsabilidad social y ambiental, la innovación y creatividad, la calidad, la mejora continua y la ética profesional.