Por, Mª Pilar Ribate y Cristina B. García | Universidad San Jorge |

La primera vez que nuestro médico nos receta un tratamiento la mayoría de nosotros lo que hacemos es leer el prospecto para ver para qué sirve, cómo nos lo tenemos que tomar y también qué efectos secundarios puede generar. Y después pensamos «¿Me irá bien para lo que tengo?»

Existen muchos factores ambientales que pueden influir en la respuesta a esta pregunta además de estar involucrados en la aparición de efectos adversos. Entre ellos se encuentran el sexo, la etnia, la edad, los hábitos nutricionales, otros tratamientos y la genética. En muchos casos son nuestros genes los que van a controlar el efecto que un fármaco tiene sobre nuestro cuerpo. A la ciencia que estudia cómo las variaciones genéticas generan una respuesta interindividual a un tratamiento farmacológico se le conoce con el nombre de Farmacogenética.

Tras la administración de un fármaco en nuestro cuerpo éste se absorbe, distribuye, metaboliza y excreta. Las variaciones en los genes que codifican las proteínas metabolizadoras y transportadoras pueden afectar a su función y por lo tanto al proceso en el que participan. Dichos cambios pueden afectar a la biotransformación de los fármacos generando un mayor riesgo de toxicidad y/o la falta de eficacia de los mismos. Las enzimas de la familia del Citocromo P450 son unas de las más importantes en el proceso de metabolización de fármaco. La presencia de cambios en la secuencia del gen que los codifica permite clasificar a los individuos en metabolizadores ultrarrápidos, rápidos, intermedios (normales) y lentos.

Un genotipo de metabolizador ultrarrápido/rápido hace referencia a que la actividad de la proteína es mayor de lo normal, y por lo tanto el fármaco es eliminado muy rápido del organismo. En este caso tendrá muy poco o ningún efecto sobre el mismo, disminuyendo considerablemente la eficacia del tratamiento. Por el contrario en los metabolizadores lentos, la actividad de la proteína está reducida, y por lo tanto el fármaco se acumulará en sangre aumentando así la probabilidad de sufrir un efecto adverso. Además, en la capacidad de metabolizar un fármaco hay que tener en cuenta siempre las posibles interacciones entre factores genéticos y ambientales.

La realización de estudios farmacogenéticos previos a la administración de un tratamiento puede resultar de gran interés para mejorar la eficacia y/o toxicidad del mismo. El grupo Greenlife colabora en este campo con diversas asociaciones de pacientes. Por otro lado, a través de la asignatura de Farmacogenética y Farmacogenómica impartida en el Grado en Farmacia, se pretende formar a los futuros farmacéuticos en esta ciencia emergente.

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