Carlota Pérez, Julia Molina, Marta González y Sara Gracia, alumnas del grado en Psicología, fueron cuatro de las seleccionadas en el VII Concurso de Microrrelatos contra la Violencia de Género “Jóvenes con mucho que contar” organizado por el Instituto Aragonés de la Juventud con la colaboración del Instituto Aragonés de la Mujer y la Fundación Piquer.

Las estudiantes se presentaron al concurso animadas por la directora del grado en Psicología, Marta Guarch, y la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Laura Zaurín, y sus microrrelatos formaron parte de los 37 relatos que homenajean a las 37 mujeres que fueron asesinadas por violencia de género en España en el año 2021 cuando se hizo la selección.

Con su propuesta, Marta González quiso reflejar “incomodidad y empatía hacia la horrible realidad en la que a muchas mujeres les toca vivir”. Después, conforme avanza la historia, quiso transmitir “esperanza y un sentimiento de lucha para plantar cara a estas situaciones”. Por su parte, Sara Gracia pretendió lanzar el mensaje de que “la violencia no actúa sola y va acompañada de otras acciones como la manipulación”.

“Yo quise transmitir las emociones y sentimientos tan duros que atraviesa una persona que se encuentra en una situación de violencia de género. Representar ese dialogo interno de sufrimiento que es tan poco visible desde el exterior”, cuenta Julia Molina. Finalmente, Carlota Pérez, a través de un relato en forma de carta de una niña a los Reyes Magos, quiso “esbozar la situación que viven muchas familias diariamente desde un prisma de esperanza”.

Jóvenes y violencia de género

Carlota y Marta tienen claro que el papel de los jóvenes en la lucha contra la violencia de género es fundamental. “Somos una generación nueva, y aunque no tengamos el poder de ayudar a todos, podemos hacerlo con los que tenemos a nuestro alrededor”, opina Carlota. Marta destaca la importancia de la educación. “Tenemos que impartir una educación feminista, basada en la igualdad, el respeto y la no violencia entre hombres y mujeres de cualquier tipo de raza, etnia, cultura y país”, declara.

Julia agrega que toda la sociedad debería actuar activamente contra la violencia de género. “Empezando por nuestro propio entorno y por aquellas cosas que pueden parecer simples. Porque si todos aportáramos un poquito, podríamos lograr cambiar muchas cosas”, explica.

Además, todas coinciden en los nuevos peligros y formas de control que han generado las redes sociales y los teléfonos móviles, especialmente entre la gente joven. “Es un medio de control más que el maltratador puede utilizar para ejercer violencia. Es preocupante porque esto hace que las mujeres que sufren violencia de género no tengan un respiro y sean controladas tanto en casa como fuera, en cualquier momento y a cualquier hora”, explica Sara.

Marta también menciona otros tipos de violencia que se dan en redes sociales, como “amenazas a mujeres con subir a la red fotos comprometidas, insultos, palabras obscenas e innecesarias en Instagram, comentarios machistas y llenos de violencia hacia la mujer en Twitter, etc.”. “Creo que muchas personas no son conscientes del miedo y del sentimiento de vulnerabilidad y culpa que provoca este tipo de violencia. Las palabras duelen, persiguen y trauman, a veces más que un puñetazo”, sentencia.

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