• Este análisis muestra que las personas que realizan más actividad física tienen mayor independencia en tareas cotidianas como vestirse, comer o ducharse

  • Esta información es muy útil para los profesionales sanitarios y futuros investigadores porque les permite identificar las necesidades de las personas que han sufrido un ictus, cómo tratarles y su evolución

El grupo de investigación MOTUS de la Universidad San Jorge, tras analizar los hábitos de vida de personas que han sufrido un ictus, ha concluido que existe relación entre los niveles de actividad física y la cantidad de actividades cotidianas que realizan en su día a día.

Este estudio, desarrollado junto a investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia), ha analizado la información de cerca de 5.000 artículos de investigación que muestran que las personas que realizan más actividad física tienen mayor independencia en tareas como vestirse, comer o ducharse, durante los primeros seis meses después del ictus. Pasado ese periodo de tiempo, se generaliza al resto de actividades como tareas del hogar o actividades de ocio y tiempo libre.

“Se trata de un estudio pionero porque recopila por primera vez la información de todas las investigaciones disponibles sobre los supervivientes de un ictus que analizan el nivel de actividad física y participación”, indica una de las autoras del estudio, Cristina de Diego, del grupo de investigación MOTUS de la Facultad de Ciencias de la Salud de la USJ.  

La mayor limitación encontrada en este estudio fue la escasez de herramientas para valorar la independencia en todas las actividades cotidianas. Por ello, también ha estudiado la herramienta de valoración SOD-EO, que permite identificar qué actividades realizan las personas que han sufrido un ictus y su satisfacción, tanto si las realizan como si no. Según explica Cristina de Diego, esta herramienta “analiza el nivel de participación en tareas como el autocuidado, tareas del hogar, trabajo, ocio y tiempo libre, así como su satisfacción sobre el desarrollo de las mismas”.

Esta información “es muy valiosa para los profesionales sanitarios y futuros investigadores porque es la primera herramienta de valoración que es capaz de identificar las necesidades de los pacientes según su nivel de satisfacción, así como realizar un seguimiento de los cambios generados en su vida cotidiana según qué tipo de intervención se realice”, afirma la investigadora de la USJ.

En este estudio han colaborado investigadores de la Escuela Universitaria de Enfermería y Terapia Ocupacional de Terrassa (EUIT – UAB) y de las universidades de Gotemburgo y Lund (ambas en Suecia).

Grupo de investigación MOTUS

MOTUS es un grupo de investigación en ciencias de la salud que se enfoca en el estudio multifactorial y el seguimiento de diversas poblaciones, tales como personas con trastornos musculoesqueléticos, pacientes con ictus y niños con trastornos del neurodesarrollo.

El objetivo es mejorar los tratamientos que se ofrecen a estas poblaciones, mediante el análisis de factores como los mecanismos de dolor, el sedentarismo, la cultura de salud, los factores psicosociales, el sueño, la forma física o el estilo de vida.

Una comprensión más completa de estos factores permite diseñar tratamientos basados en la educación, la actividad física, la fisioterapia o la mejora del estilo de vida que sean ajustados a las necesidades de estas poblaciones.